El rey y la reina presentan amorosamente a su hija un regalo de Dios su primer beso para que lo guarde o se lo entregue a alguien. Sabiamente, la nia lo conserva, a la espera del hombre que demuestre ser digno de tan preciado regalo. Pero, dnde est ese hombre, y cmo hacer para encontrarlo? La sorpresiva respuesta a esta maravillosa parbola conmover tanto a padres como a hijos.
La princesa y el beso ilustra maravillosamente el eterno mensaje de que el amor brota de un corazn limpio, de una buena conciencia y de una fe sincera 1 Timoteo 1:5 nvi).